Crítica Expediente Warren: El Último Rito

El cierre de la saga Expediente Warren promete sustos, pero ¿está a la altura de James Wan? Descubre lo mejor y lo peor de El Último Rito.

Michael Chaves (La Llorona), asesorado de primera mano por el creador de la franquicia James Wan (Saw, Insidious), dirige el capítulo final de la saga Expediente Warren. Una película que cumple como Blockbuster de Terror, pero que deja a deber cuando hablamos de la saga más exitosa dentro del género.

El Universo Expediente Warren ha arrasado, conquistando al público tanto con su saga principal como con los numerosos Spin Off que han ido llegando con el paso del tiempo. Entre tantos nombres, Michael Chaves ha sido el elegido para poner el broche a la etapa más exitosa de Warner dentro del horror. James Wan ha supervisado el proyecto y notamos su presencia en numerosas decisiones creativas, pero su falta en la dirección sigue haciéndose palpable.

La película nos sorprende en su inicio, revelándonos un flashback muy potente de la familia Warren, pero rápidamente se diluye cuando retorna al presente. Pese a aportar novedades en las dinámicas de sus protagonistas, como sucede al incluir a la hija del matrimonio en un rol principal, el guion es perezoso y poco original. No aporta nada nuevo, ni presenta grandes giros en la historia. Se siente como una sucesión de sustos en un relato donde ya conocíamos su final desde su comienzo.

Su puesta en escena cumple, pero no supera a las de las películas dirigidas por Wan, se queda en un segundo escalón, por delante de la tercera entrega. La atmósfera es muy efectiva y asfixiante, con un ritmo elevado que mantiene la tensión durante todo su metraje. Eso sí, la diferencia entre los maquillajes y los efectos prácticos, ambos muy logrados, con los efectos digitales resulta más que notable. Este factor le resta credibilidad a determinados momentos que son clave para el desarrollo de la película.

Todo está bien. Nada está mal. Aun así, la película se siente insuficiente. Endeudada con el espectador, se apoya en la nostalgia para abrazar el factor emocional, consiguiendo todo lo contrario. La cinta solo consigue recordarnos lo buenas que eran las obras dirigidas por James Wan, y resaltando de este modo sus carencias.

Expediente Warren: El Último Rito es una buena película de terror, pero no es un cierre redondo para una franquicia de estas dimensiones. Hablamos de la “Marvel” del terror y este final, lejos de sentirse como Vengadores: Endgame, se siente como sentimos Saw VII en su día (omitiendo su espectacular cierre).

Gustará a los fans de la saga, gustará a los fans del terror… pero dejará un regusto amargo a aquellos que esperen volver a sentirse como con sus dos primeras entregas.

Lo mejor

Nuevos personajes que aportan novedad a la historia
El flashback del inicio
Volver a ver a nuestros protagonistas, Patrick Wilson y Vera Farmiga, sumidos en esa atmósfera tan característica dentro de la franquicia