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La evolución de Frankenstein: El monstruo en sus 3 versiones más influyentes

Descubre cómo el monstruo de Frankenstein ha evolucionado en el cine: de la oscuridad clásica de 1931 al drama humano de Guillermo del Toro en 2025.

La Evolución del Monstruo de Frankenstein en el Cine

Frankenstein de Mary Shelley es, junto con Drácula de Bram Stoker, la novela más trascendental en el amplio y vastísimo mundo de los monstruos. Numerosos directores han adaptado la novela, cada uno aportando su particular enfoque.

Entre los más destacados encontramos a James Whale, Kenneth Branagh y, más recientemente, el hombre que devolvió la dignidad a los monstruos dentro del cine: el maestro Guillermo del Toro.

La evolución de Frankenstein en el cine

Hoy analizaremos al monstruo de Frankenstein dentro del cine, a través de tres películas hijas de su época. Viajaremos desde los inicios del cine en los años 30, hasta la explotación vanguardista de los 90, y haremos una última parada en nuestro presente con la más reciente adaptación que llegará a Netflix este 7 de noviembre.

Poneros cómodos, ajustad las ataduras, preparad los bisturís y sentid cómo la electricidad recorre vuestro cuerpo.

La contextualización de Frankenstein

Frankenstein fue publicada en 1818, aunque no sería hasta 1831 cuando llegaría su versión revisada —la más próxima a la historia que conocemos hoy.

Su idea nace en 1816, inspirada por el famoso verano sin sol. Atraída por ideas pesadillescas como la reanimación de cadáveres o el horror de la creación, Shelley dio forma al Prometeo moderno, explorando temas como:

  • La ambición humana por desafiar los límites del conocimiento y la vida,

  • El rechazo de una sociedad corrompida,

  • Y la moralidad del individuo.

Frankenstein abraza la belleza del mundo que habitamos recordándonos que los verdaderos monstruos somos nosotros mismos. Nos sumerge en un viaje atemporal que sigue dando lugar a debate más de 200 años después de su creación.

Origen de Frankenstein

El Doctor Frankenstein (1931)

Abrazando el expresionismo alemán nació El doctor Frankenstein, uno de los primeros grandes éxitos de Universal Studios, quienes a su vez crearían el primer universo cinematográfico de la historia: Frankenstein, Drácula, La Momia, El Hombre Invisible

Contrario al pensamiento mayoritario, el terror fue el primer género cinematográfico en crear su propio universo.

El éxito de los monstruos en las décadas de los 30 y 40 los convirtió en los equivalentes a los superhéroes de nuestros días. El público inundaba las salas, cosechando un éxito sin precedentes.

Drácula y Frankenstein iniciaron este movimiento masivo. El primero desde el romanticismo enfermizo; el segundo, desde algo mucho más siniestro: los horrores detrás de la vida y la muerte.

James Whale se centró por completo en el monstruo. Sin profundizar demasiado en su origen o humanidad, lo presenta como una criatura nacida de la ambición humana, con un único fin: impregnar el horror en sus mismos creadores.

Así, la historia de Prometeo da un giro inesperado: la esperanza del fuego se convierte en tormento. Porque el monstruo no tiene nombre, ni razón de ser… es el reflejo del aprendizaje humano y de su error.

La escena más icónica es la del monstruo y la niña en el río —una secuencia que marcaría a Guillermo del Toro. En ella, la inocencia infantil contrasta con la deshumanización del ser: el verdadero monstruo no es la criatura… sino el doctor Frankenstein.

Esta película redefinió el cine. Boris Karloff dejó una huella imborrable con una de las interpretaciones más carismáticas del siglo XX.

Un clásico atemporal que desafía la ética y la lógica humana.

Frankenstein de Mary Shelley (1994)

En 1994, Kenneth Branagh tomó el relevo del Drácula de Francis Ford Coppola para ofrecernos una adaptación que cambió las reglas del juego.

Renunció al horror gótico en favor del drama shakespeariano, apostando por una narrativa más emocional y trágica.

La historia se sitúa en una sociedad asolada por la peste. El doctor Víctor Frankenstein, interpretado por el propio Branagh, es un joven ambicioso marcado por la muerte de su madre. Su obsesión por vencer la mortalidad lo lleva a desafiar los límites de la moral.

Frankenstein 1994

De esa tragedia nace el monstruo: condenado, marginado, odiado. Pero también capaz de pensar, sentir y evolucionar.

Su dolor lo convierte en un espejo de la condición humana: busca comprensión, amor y propósito.

Robert De Niro da vida al monstruo en una interpretación visceral y profundamente emocional. El maquillaje y la dirección artística fueron aclamados, y la película obtuvo 7 nominaciones a los Premios Saturn.

Branagh convirtió la historia en una tragedia griega moderna, donde la creación y la culpa se entrelazan. Un enfoque polémico, pero sin duda la versión más diferente y audaz del clásico.

Frankenstein (2025)

Y ahora llegó el momento. En 2025, el genio Guillermo del Toro —creador de El Laberinto del Fauno y La Forma del Agua— adapta la historia que marcó su infancia, con una libertad creativa absoluta bajo el sello de Netflix.

Este nuevo viaje combina lo mejor de las versiones anteriores. Un relato introspectivo que se centra en dos perspectivas: la del doctor y la de la criatura.

Desde el punto de vista del doctor conocemos su ambición, su egoísmo y sus celos; desde el de la criatura, su tristeza, su aprendizaje y su búsqueda de sentido.

Del Toro crea una carta de amor al monstruo, explorando la comprensión del horror y la belleza de la imperfección.

Jacob Elordi encarna al ser con una interpretación emocional y desgarradora. Detrás del maquillaje emerge la humanidad del monstruo: una mirada bondadosa, una voz rota y un alma que busca liberación.

Por su parte, el doctor encarna el horror de la obsesión. Un hombre que juega a ser dios y termina convertido en aquello que más teme: el auténtico monstruo.

Del Toro nos aleja del miedo y nos acerca a la belleza de la vida con todas sus cicatrices. Nos recuerda que no son las heridas las que nos definen, sino cómo decidimos contarlas.

Reflexiones finales

Así concluye el viaje del Monstruo de Frankenstein tras casi 100 años en el cine.

Muchas más adaptaciones han explorado su mito —La novia de Frankenstein, El jovencito Frankenstein— pero estas tres han marcado su evolución.

Del horror puro, a la tragedia emocional, hasta llegar a la belleza reflexiva.

Una evolución que refleja la nuestra: del rechazo al entendimiento, del miedo a la empatía.

Quizás, al final, Frankenstein no hable del monstruo… sino de nosotros mismos.

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carlos e garcia loygorri

Autor

Carlos E. García-Loygorri

Cinéfilo y Lector asiduo. Escritor en proceso, con una gran devoción por el terror y la Fantasía. 
 

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