La explicación de Weapons, el nuevo clásico de Terror que no te dejará dormir

Descubre Weapons, el terror más inquietante del año. Desapariciones, rituales oscuros y un pueblo atrapado por una presencia que no olvidarás. En este análisis, la explicación de Weapons y todos sus detalles.

Zach Cregger se convierte en Stephen King en este clásico instantáneo del terror.

Zach Cregger nos sumerge en el turbio mundo de las desapariciones de menores, recordando al Stephen King más siniestro. Creedme, no estáis preparados para descubrir el pastel detrás de esta oscura historia.

Análisis de Weapons

Cregger narra de manera coral y episódica este relato, dotando de un gran peso dramático a sus personajes. Cada uno de ellos nos cuenta una parte de la historia, o varias desde una diferente perspectiva. Esto permite crear una estructura atípica y muy sorpresiva, pues en lugar de desvelar su sorpresa en un único giro, lo hace de manera gradual y a través de los ojos de cada protagonista.

Las cotas más directas de terror llegan de manera efectista, por medio de varios jump scares, pero es su ambientación la que nos contagia el verdadero horror de esta historia. Una comunidad pequeña, un lugar que desde bien pronto nos da que pensar; empezamos a elaborar nuestra lista de sospechosos y… cuando crees estar a punto de revelar el pastel… la película se las ingenia para sorprenderte.

La cinta lo tiene todo: un estupendo elenco, una magnífica fotografía, una banda sonora inquietante…
¿Pero qué es lo que nos atrapa?

Weapons, explicación con Spoilers

17 niños de una misma clase desaparecen, todos a excepción de uno. Simplemente se levantaron en medio de la noche y desaparecieron en la oscuridad. La tutora de esa clase es Justine, una maestra sobrecogida por este terrible suceso. Los días se suceden, pero la investigación policial no va hacia ningún lado. Ni Justine, ni Alex (el único niño) parecen tener nada que ver.

Justine

Mientras Justine ahoga sus penas en alcohol y sufre el acoso de la comunidad, Alex se convierte en otro niño más de la clase de al lado. Algo no cuadra, por eso Justine se lo hace saber a su amante Paul, policía en el pueblo, y a Marcus (director de la escuela).

Su investigación la lleva a la casa de Alex, un lugar de lo más siniestro. Allí nadie le recibe, pero por un resquicio de una de las ventanas tapadas por papel de periódico observa la silueta de dos personas. Justine decide esperar en su coche y termina durmiéndose. En medio de la noche, una mujer sale de la casa de Alex para robar cabello de la maestra sin que esta lo descubra.

A la mañana siguiente, en la gasolinera, es confrontada por Archer, el padre de uno de los niños desaparecidos, pero su sorpresa llega cuando Marcus aparece corriendo hacia ellos como si de una entidad demoníaca se tratase.

Archer

Ahora entra en juego la historia de Archer. Este investigó las grabaciones de su hijo al marcharse de su casa y, junto con las de otra niña desaparecida, teorizó un posible punto de encuentro. Además, descubrimos que esa manera tan particular de correr que tiene Marcus en la gasolinera es la misma que tenían los niños cuando desaparecieron. Continuamos con el enfrentamiento con Marcus, el cual está poseído por una violencia inhumana.

Paul

Pasamos a la historia de Paul, el policía amante de Justine que tiene un profundo vacío en su vida, fruto de una relación sin futuro con su pareja y un pasado alcohólico. Lo importante de su historia es que se encuentra con James, un drogadicto sin futuro que completará esta parte de la historia. Un altercado violento entre ambos parece resolverse con que sus caminos nunca más se cruzarán.

James

James, por su parte, solo busca sobrevivir un día más, buscando desesperadamente la próxima dosis. Tras su encuentro violento con Paul, en un día lluvioso llega a la casa de Alex y decide colarse en busca de cualquier cosa que pueda vender. Allí descubre una casa de lo más siniestra y se topa con las figuras que Justine había visto a través de la ventana: un hombre y una mujer adultos que parecen disecados. Investigando un poco más, se encuentra con los niños en el sótano. Cuando los dos adultos comienzan a moverse hacia él, James huye.

Recordando que se ofrecía una recompensa de 50.000 dólares por cualquier información sobre el caso, decide ir a comisaría con la esperanza de cobrarla. Allí se cruza con Paul, quien lo persigue hasta la tienda de campaña donde vive James en medio del bosque. Paul lo detiene y James le confiesa toda la verdad. Ambos se dirigen a casa de Alex, aunque solo Paul entra, dejando a James esposado en el coche. Cuando cae la noche, Paul sale y arrastra brutalmente a James dentro de la casa.

Marcus

El director de la escuela, Marcus, intentando mediar con todas las partes, decide citar a los tutores de Alex tras el aviso de Justine. Allí aparece la tía de Alex, Gladys, un rostro muy característico que se nos hace conocido. Tras una breve charla, Marcus le advierte que si los padres de Alex no se presentan el lunes a la tutoría tendrá que dar parte a asuntos sociales.

El sábado, Marcus y su pareja Terry son sorprendidos por Gladys en su casa donde, tras una fachada amable, comenzamos a descubrir el pastel. Esta siniestra mujer, con una rama espinosa envuelta en una cinta que robó del despacho de Marcus, se pincha impregnándola de sangre, entrelaza un mechón de pelo de Terry sobre esta y, con el sonido de una campana, logra poseer a Marcus. Al romper la rama hace que este asesine brutalmente a Terry. Tras acabar, deja caer la rama sobre un bol de agua y ejecuta el mismo proceso con el mechón de Justine que obtuvo aquella noche.

Marcus corre de manera insaciable y persigue a Justine tratando de asesinarla, siendo detenido únicamente al ser atropellado, muriendo en el acto. Tras este hecho, Archer revela su mapa sobre el punto de encuentro y Justine le confirma que se trata de la casa de Alex. Lo último que sabemos es que ambos se dirigen hasta allí.

Alex

Por último, conocemos la historia de Alex, un niño normal que vivía con sus dos padres (a quienes reconocemos como los siniestros habitantes paralizados en el salón de su casa). Todo cambió el día que se mudó con ellos su tía Gladys. Al volver un día de la escuela, sin que lo recogiera su padre como de costumbre, Alex se encontró a sus progenitores sentados a la mesa junto con Gladys, completamente paralizados. Allí, Gladys le muestra lo que les hará si no la obedece, empleando el ritual para que comiencen a pincharse el rostro con un tenedor. Alex accede y continúa con su día a día sin contar nada a nadie.

Gladys le confiesa que necesita algo más para poder recuperar su salud, que no es suficiente con sus padres, por lo que exige que Alex robe un objeto de cada niño de su clase. Alex lo hace, y en la noche se levanta alertado por un ruido. Observa cómo Gladys elabora un hechizo diferente, troceando la esencia de cada niño y mezclándola con saliva y otros elementos no revelados. Lo siguiente es ver cómo la puerta se abre y los niños corren hacia la oscuridad.

Se nos muestra cómo lograron ocultar todo a las autoridades y cómo Alex alimentó a sus huéspedes durante este tiempo. Llegamos al final: Gladys le dice a Alex que mañana se irán, encerrándose en su cuarto. Archer y Justine entran en la casa, siendo atacados por Paul y James. Justine logra matar a Paul y James, antes de que este último acabe con Archer.

Mientras Justine llora la pérdida de su amante, Archer baja al sótano descubriendo a los niños. Buscando a su hijo es sorprendido por Gladys. Alex intenta acceder a la habitación de Gladys, sobrepasando una barrera de sal que ella le advirtió no cruzar. Al instante, es atacado por sus padres y se encierra en el cuarto. Allí coge la rama ritual de Gladys y la envuelve en el cabello de los niños, completa el ritual portando la peluca de Gladys e impregnándola con su sangre. Archer sube y ataca a Justine para el disfrute de Gladys, pero esta es sorprendida por los niños, quienes la persiguen por el vecindario y acaban con ella, devorándola.

Con la muerte de Gladys, los padres de Alex vuelven al estado de parálisis y Archer recupera el control, evitando así matar a Justine. Archer se reencuentra con su hijo, Justine respira aliviada y Alex termina mudándose con una tía lejana, mientras sus padres permanecen catatónicos. Se nos dice que los niños, también absortos, en algún momento de ese año volvieron a hablar.

Significado de la película

La historia se nos presenta como una fábula oscura, profundamente inspirada en el flautista de Hamelín. Un cuento para no dormir que le contarías a tus hijos esperando que no salieran a la calle en medio de la noche.

Gladys está presente en todas las historias, componiendo la mayoría de los jump scares. Aparece como una entidad atmosférica que pudre al pueblo lentamente, hasta que se nos revela. Su apariencia demacrada y oscura intenta taparse con pelucas, maquillaje y un vestuario luminoso que refuerza esa sensación de incomodidad cada vez que entra en escena. Representa a la perfección esa frase de los padres:

— “No te fíes de los extraños, por mucho que te ofrezcan (o, en este caso, aparenten).”

Su modus operandi es sencillo: su ritual incide en las acciones de los demás, sumiéndolos en un sueño donde cumplen su voluntad. Al igual que en Barbarian, Cregger explora temas como el encierro o la búsqueda de la vida eterna, aquí vista como si el devoramiento de la juventud fuera la cura a cualquier enfermedad. Un cuento de brujas con un remate moral a lo Hansel y Gretel.

Para terminar, un detalle curioso: la voz en off no es la de Alex, como se nos da a entender, ni la de Matthew, como podríamos pensar. Es la de una niña que en el guion figuró como Maddie, pero fue borrada de los créditos. En el doblaje al castellano es todavía más ambigua, dificultando identificar el género.

Con la idea original de Cregger sobre la mesa, nos preguntamos:

¿Quién es Maddie?

¿Una niña de otra clase que lo vio todo desde fuera?

¿Una de las 17 desaparecidas?

¿Otra que sigue atrapada?

¿O la propia Gladys en su infancia… o después de su muerte?